Cómo mantener tus uñas fuertes y sanas todo el año

Uñas fuertes y sanas de mujer

FECHA

Las uñas son un reflejo de nuestra salud general y, al igual que la piel o el cabello, requieren cuidados específicos para mantenerse en buen estado. Unas uñas fuertes, lisas y de color uniforme no solo tienen un valor estético, sino que también indican un buen equilibrio nutricional y una correcta higiene. Por eso, desde Farmacia Bujanda, te ofrecemos una guía práctica para mantener tus uñas saludables durante todo el año, adaptando los cuidados a cada estación y prestando atención a los factores que más pueden debilitarlas.

1. Alimentación: la base del cuidado de las uñas

Una dieta equilibrada es fundamental para la salud de las uñas. Las proteínas, el hierro, el zinc, el magnesio y las vitaminas del grupo B —especialmente la biotina— son esenciales para favorecer su crecimiento y resistencia. Incluir en la dieta alimentos como legumbres, frutos secos, pescado azul, huevos, vegetales de hoja verde y cereales integrales puede marcar una gran diferencia. La hidratación también juega un papel importante: beber suficiente agua cada día mejora la elasticidad y evita que las uñas se quiebren fácilmente.

2. Hidratación y protección diaria

Las uñas y las cutículas necesitan hidratación para mantenerse flexibles y evitar que se agrieten o descamen. Aplicar regularmente una crema nutritiva específica para manos y uñas ayuda a conservar su integridad, especialmente en épocas de frío, cuando el ambiente seco puede debilitarlas. Además, al realizar tareas domésticas o manipular productos de limpieza, se recomienda el uso de guantes para evitar el contacto directo con agentes agresivos.

3. Higiene y cortes adecuados

Mantener las uñas limpias y cortarlas de forma regular con una lima suave evita que se debiliten o se formen pequeñas fracturas que puedan derivar en roturas más grandes. Es preferible limar en una sola dirección y evitar limas metálicas, ya que pueden causar fisuras. También conviene no cortar ni retirar en exceso las cutículas, ya que estas actúan como una barrera natural contra bacterias y hongos.

4. Cuidado con los esmaltes y productos cosméticos

El uso frecuente de esmaltes permanentes, quitaesmaltes con acetona o el limado agresivo en manicuras puede deteriorar la lámina ungueal. Si bien no es necesario prescindir de estos productos por completo, sí es recomendable dar descansos entre aplicaciones y optar por fórmulas lo menos agresivas posible. Siempre que sea posible, es preferible utilizar productos que respeten la fisiología natural de la uña.

5. Atención a los cambios

Uñas frágiles, con manchas, líneas o que se rompen con facilidad pueden ser señales de alerta. En muchos casos, estos cambios pueden estar relacionados con déficits nutricionales o con enfermedades dermatológicas o sistémicas. Por ello, si notas alteraciones persistentes en tus uñas, es importante consultar con un profesional sanitario para evaluar el origen del problema y establecer el tratamiento adecuado.

6. Adaptar los cuidados a cada estación

En verano, el cloro, la sal del mar o la exposición al sol pueden resecar las uñas. En invierno, el frío y los cambios bruscos de temperatura también pueden debilitarlas. Por eso, conviene adaptar la rutina de cuidado a cada época del año: en verano, intensificar la hidratación y protegerlas tras el baño; en invierno, usar guantes y aplicar cremas más nutritivas.

Unas uñas fuertes y saludables no se consiguen de un día para otro, pero con constancia y los cuidados adecuados, puedes mantenerlas en perfecto estado durante todo el año. Si tienes dudas sobre cómo mejorar la salud de tus uñas o qué hábitos adoptar, en Farmacia Bujanda estaremos encantados de asesorarte.

Para más consejos de salud y bienestar, no te pierdas nuestras publicaciones en el blog y síguenos en redes sociales

MÁS
ARTÍCULOS